El panda en un circuito
24 de octubre de 2017
Ya es la cuarta etapa del Raid, y se nota cada vez los coches dan más fallos y averias, después de desayunar como cada día nos dirigimos al punto de salida, este, en ,a mítica plaza de la iglesia de Burgo de Osma, una vez ahí vemos muchos de nuestros compañeros reparando sus coches, es sin duda la vía imagen de la dureza del Rally para los coches, a medida que vas hablando te van contando cada uno su película, ruedas pinchadas, manguitos rotos, tubos de escape partidos, coches que empiezan a quemar aceite, golpes, suspensiones rotas etc... Y cada uno intentando reparar lo mejor posible para acabar el rally.
Nosotros como cada día hacemos las verificaciones diarias, nivel del agua, nivel del aceite y las presiones de las ruedas, comprobar que no haya dejado en el suelo ninguna mancha de aceite o líquido, unas mínimas pruebas de frenos y listos para salir.
A las 9:25 nos dan la salida así que engranamos primera soltamos embrague y aceleramos, por delante 250km.
No empezamos muy bien, de camino al primer tramo controlado nos llegamos a perder hasta en tres ocasiones por tres pueblos distintos, con la consecuencia de llegar tarde al primer control de tiempo, así que apenas habíamos echo 20km que ya sabíamos que tendríamos una penalización, pero el animo no caía así que continuamos, así que lo acabamos lo mejor posible.
De camino al segundo tramo, empezamos a escuchar ruidos nuevos dentro del coche, un ruido que no nos inspiraba buena sensación, ese ruido procedía de la parte trasera del conductor por la zona de la rueda y era un ruido de un golpe seco... Todo parecía indicar que se trataba de la suspensión, aunque manteníamos la esperanza que no fuera así.
El segundo crono se disputaba en un circuito y consistiría en dar tres vueltas al circuito intentando que las tres fueran exactamente con el mismo tiempo.
Al salir del circuito me comunicaron la mejor noticia que me podía esperar, habían localizado el amortiguador en Barcelona y nos lo enviarían por un mensajero urgente antes de las 10h del día siguiente a nuestro hotel el Ávila. De tal forma como media de precaución para no sobre cargar la ballesta, corregimos los pesos del maletero para dejar menos carga sobre la zona donde faltava el amortiguador.
Nos dirigimos a Segovia a un reagrupamiento y un descanso de unos minutos donde pudimos tomar algo a los pies del acueducto.
Después de este descansillo nos fuimos hacia la línea de entrada en el tercer y último tramo controlado, este tramo de 11 km nos fue bastante fácil y pese tener algún problema de suspensión el haber corregido los pesos en el maletero nos facilitó el trabajo.
Finalizando el tercer tramo controlado, nos dirigimos a Ávila unos 50km nos separan de la línea de final de etapa aún así continuamos con barro, polvo, tierra...
Ya en Ávila aprovechamos para conversar con otros compañeros el día de hoy, y despedir a los que finalizan el rally hoy mismo en avíla, para el resto, aúne nos quedan 4 etapas más...